Es importante notar que uno de los grandes interruptores o bloqueos en la intimidad de la oración, es nuestro espíritu herido.
Cuando nacemos, nuestra experiencia de lo Divino es fuerte y amorosa, pero conforme vamos creciendo, las experiencias traumáticas que vamos viviendo nos alejan de Dios. Estas experiencias traumáticas, van dejando heridas dolorosas y nos hacen sentirnos separados y solos, olvidados y sin importancia; y crean barreras para la conexión íntima y amorosa con Dios hasta que, para muchos, la conexión se hace débil o muere y no sabemos qué hacer al respecto. Algunas personas, se amargan y se enojan y entonces, niegan la realidad de la existencia de Dios, otros, pierden la esperanza y su fe.Todavía otros, hacen el intento de mantener una práctica espiritual, como por ejemplo, la oración, meditación, o rituales, pero con el tiempo, son incapaces de mantener esta práctica. Y por último, están aquellos que encuentran la conexión espiritual pero aún sienten que algo falta para que puedan entregarse por completo y en confianza profunda a Dios.
Entonces, ¿qué hacer para sanar estas heridas? ¿Cuáles son los pasos para recobrar la pureza con la que nacimos y volver a esa inocencia que nos permita experimentar en nuestro ser la gloria y gracia de Dios plenamente?
Creo que en primer lugar es necesario aceptar que estamos molestos, resentidos, adoloridos o que nos sentimos abandonados y olvidados por nuestro Creador. Una vez aceptamos y declaramos esto, es importante comunicárselo y dejarle saber cómo nos sentimos (Él ya lo sabe por supuesto, pero se necesario que seamos nosotros quienes nos acerquemos a Él con la verdad de lo que sentimos). Y una vez nos hemos desahogado también es importante declararle que queremos reconectarnos con Él, pedirle que nos enseñe el camino para encontrarlo dentro de nosotros mismos, en nuestra vida diaria. Pídale sin pena que se manifieste en su vida, invítelo a compartir su vida y enséñele que quiere volver a Él, a pesar de sus heridas, a pesar de su desconfianza, a pesar de todas las veces y todas las formas en que se separó de Él, dígale que hoy quiere de todo corazón admitirlo y estar de nuevo en sus brazos. Los Ángeles de Dios descenderán con su amor y su luz, para ayudarle en este encuentro sagrado. Visualice cómo se vuelven a unir mientras usted está rodeado con la energía amorosa de los Ángeles.
Si usted siente que su espíritu está herido y desea reconectarse con Dios, siga este enlace y a través de esta meditación podrá iniciar su proceso de reconexión con Dios: http://tocandocielo.com/tienda/como-comunicarse-con-los-angeles/sesion-sanadora-de-reconexion-con-dios/