Es importante entrar en oración en una actitud de entrega, de rendición, tanto desde el corazón como desde el cuerpo pues ambos son igual de importantes.
Nuestro cuerpo en posición de oración: bajando la cabeza, y estando de rodillas, simboliza nuestra disposición de entrega a la presencia de la fuerza del Creador.
Si queremos crear una relación íntima y profunda con nuestro Creador, es vital crear momentos de encuentro, de citas con Dios en donde podamos apartar el ruido, y apoyar nuestra intención de comulgar con Él desde la entrega de nuestro cuerpo también.
Esta semana, cada mañana y cada noche, póngase de rodillas, baje su cabeza y haga sus oraciones desde esta postura y verá como usted se sentirá diferente, mientras comulga con el Creador.
Amado Padre,
Aquí estoy, Soy Tuyo,
Recibo Tu Santa Presencia,
En mi mente,
En mi cuerpo,
En mi corazón,
En mi alma,
En mi espíritu
Es en mi Tu Luz
Que se haga Tu Voluntad en mi.
Enséñame lo que significa entregarme a Ti.
Así es y hecho está, en el nombre de Jesús.
Amén