Para abrirse al servicio de los Ángeles y permitir su presencia en nuestras vidas, no debemos ser, necesariamente, seres super-desarrollados de acuerdo al punto de vista del ser huanos, sino decidir desinteresadamente ofrecer nuestra luz a los Ángeles y permitir que los Ángeles formen parte de nuestras vidas. Respetarlos sin venerarlos. Reconocer que ellos han tenido un gran protagonismo en la historia de la huumanidad; que participant en la Creación y perservación de todo el Cosmos, que son las fuerzas sutiles de la naturaleza y que no mueve el aire una hoja sin su intervención, por Gracia dada de Dios.
Cuando se despierta el interés por colaborar con ellos, solo es necesario reconocer que son Seres de Luz, reconocer su trabajo en todo el Cosmos, amarles, y agradecerles su labor, desear tener contacto con ellos y mantener este deseo sagrado continuamente en la mente. Después es necesario sostener la certeza de que ellos empezarán a localizar el brillo de ese deseo y nos empezarán a dar muestras de su presencia. Poco a poco se recibirán señales de que están muy cerca, y según sea la fuerza del llamado y el amor hacia ellos, así seran las manifestaciones que se recibirán.
Las meditaciones, la oración, la humildad, la bondad, y la aceptación de la voluntad de Dios ilumina el camino para que se acerquen. El orgullo, el rencor, los pensamientos negativos, la soberbia, la mentira, la crueldad, el desamor, forman barreras que no permiten nuestra apertura a su energía que es sublime y que no puede ser contenida dentro de emanaciones tóxicas humanas.
Debemos aproximarnos a ellos de manera consciente, con el deseo de trabajar uidos para el logro de nuestras superacón espeririutal y para la de toda la humanidad. Su ayuda consiste en conducirnos hacia la luz, hacia el conocimiento de las leyes universales que rigen en todo para así ser felices al cooperar respetando estas leyes.
No se trata de que ellos hagan nuestro trabajo, sino de permitir que nos enseñen a hacer correctamente las cosas para lograr armonía y bienestar en nuestra vida.
Los Ángeles esperan que los invoquemos, que nos acerquemos para traernos sus bendiciones.
Amados Ángeles de Dios,
Me abro a sus enseñanzas, y a su Luz.
Me abro a aprender nuevas formas de vivir de acuerdo a las Leyes Universales.
Que no las contradiga yo, sino que aprenda a seguir sus mandatos y sus ritmos.
¡Estoy listo para crear bienestar y felicidad en mi vida!
En el nombre de Jesús, pido su ayuda, su amor, y su inspiración.
Cada día me ejercitaré en la bondad, en caminar y actuar en la luz.
¡Bienvenidos!
Amén