Las formas de comunicación espiritual para abrirnos al poder y la provisión de Dios, son:
– La Oración (Es comunicarse íntimamente con Dios)
– La Contemplación (Es regocijarse y disfrutar la presencia del Espíritu-Dios)
– La Comunión (Es abrirse a recibir información y energía del Espíritu).
La Oración: puede ser hecha en cualquier lugar y en cualquier momento, en forma espontánea y rápida o bien puede ser hecha en un momento sagrado intencionalmente preparado para honrar la comunicación con nuestro amado Creador.
La Contemplación ocurre en cientos de formas diferentes, pero todas encierran un elemento en común: todas reconocen la presencia del Espíritu y buscan una unidad con Él y su paz. Yo quiero invitarlo a que tome tiempo de su día, para simplemente sentir a Dios, sin ninguna agenda, sin ningún interés sino el sentirlo. Crear este espacio limpio de disfrute y regocijo en Él nos lleva a un estado en el cual a su vez podemos transicionar a:
La Comunión que es la forma de recibir información, asistencia y sanación. Cuando usted hace espacio y crea estos momentos de comunión, solamente pida a Dios que lo abrace en un estado de unidad con su poder ilimitado. Cuando se sienta atorado en alguna parte de su vida, pare, respire, cierre sus ojos por un momento y luego pida al Espíritu Santo que le recuerde su presencia. Este momento de unión o vínculo es todo lo que necesita para saber qué dirección tomar.
La Comunión, ess el punto o apertura para las revelaciones. La comunión se hace en un instante espontáneo o a través de un momento específico para esto. En la comunión pedimos recibir conocimiento profundo sobre alguna cosa, intuiciones, revelaciones, ideas, entendimiento, y claridad. La información de Dios viene a través de momentos que apartamos para comulgar con Él y hacerle preguntas. Mi recomendación es que usted cree una intención de luz de entrar en un estado de comunión en forma diaria. La clave está en dedicar un período de tiempo específico para escuchar a Dios. El marco de tiempo puede durar desde algunos minutos, una hora, o varios días o semanas. Yo sugiero que usted cree la intención de recibir guía divina directamente de Dios o de los seres de la luz que trabajan para el plan divino, y luego darle al Espiritu el tiempo que sea necesario, sea el que sea, para que se manifieste.
Vivir cada día en un estado de comunión significa poner atención a los tipos de signos, anunciaciones, presagios o avisos que se usted recibe intuitivamente, y también a través de las cosas mundanas tales como a través de una lectura, de un anuncio en la radio, de una canción, o de la televisión y también a través de sueños, visiones, o flashes de entendimiento. La llave es estar dispuesto y abierto, el Espíritu hará el resto.
Estas tres formas o procesos de comunicación espiritual pueden ser mezclados muy fácilmente y de diferentes formas. Usted puede entrar en un estado de contemplación para reconocer la presencia de Dios y regocijarse en ella, y cuando su corazón está lleno de Él, puede pedir por ayuda o solamente postrar el problema ante los pies de Dios, sin palabras, y luego moverse a la comunión en donde dará espacios sagrados de tiempo para escuchar al Creador y recibir revelaciones y anunciaciones.