Nuestras vidas siempre tienen la posibilidad de cambiar y sanarse de manera milagrosa cuando desarrollamos una estrecha relación con lo Divino.
Podríamos ver a la Guía Divina como la corriente de la Gracia de Dios que invariablemente se genera en el amor.
La Guía Divina es en si misma, amor en movimiento, continuamente a nuestra disposición y lista para se usada para nuestro mayor beneficio.
Podríamos decir que el desbordamiento de este amor crea una corriente divina a la cual podemos acceder en cualquier situación, por cualquier razón. Y cuando permitimos que el amor haga su trabajo, es la forma más rápida de crear sanación energética en todos los niveles.
En otras palabras: la Guía Divina es información que viene directamente de la mente de Dios hacia nosotros.
Todo el mundo, sea cual sea su trasfondo espiritual, religioso o educativo, puede recibir comunicaciones claras desde el reino espiritual divino. Todos podemos aprender a diferenciar las verdaderas comunicaciones divinas de la voz de la imaginación o del ego. Sólo tenemos que entender claramente distinciones entre los dos.
Nuestro amado Creador y sus Ángeles nos dan respuestas fiables a nuestras preguntas más apremiantes, más personales, más profundas. Todo lo que necesitamos, es hacer la pregunta correcta, entender las respuestas que vienen a nosotros y actuar sobre ellas.
Amado Padre,
Enséñame Tu definición y entendimiento de lo que es la Guía Divina,
Enséñame lo que se siente recibir Tu Guía sabia y bondadosa,
Enséñame que es posible para mi recibirla y entenderla,
Enséñame cómo recibirla.
Es mi intención de luz abrir brecha en mi ser para que tu energía sanadora y guiadora se manifieste sin obstáculos puestos por mi, por mis temores, mis dudas y mis inseguridades.
Yo elijo aquí y ahora, abrirme a Ti en entrega, en humildad, en desapego de lo que creo que es cierto, y permito que seas Tu quien dirija mi vida.
Pongo mi mente, mi corazón, mi intuición, mi intención y mis acciones al servicio de Tu bondad, de Tu sabiduría, de Tu Guía Divina para que yo pueda entonces transitar el camino de luz que me permite vivir una vida de bien y en bienestar.
Te amo,
Te recibo
Te admito
Te permito
Gracias Padre, gracias, gracias, gracias.
En el nombre de Jesús,
Amén.