¿Alguna vez ha sentido que no importa cuántas veces pida por algo, es un ejercicio inútil? ¿Ha sentido que pedir es solamente como un canto religioso que no traerá nada sino un silencio ensordecedor? O quizá, sus peticiones han sido respondidas, pero de alguna manera este evento milagroso, ¿carece de consistencia?
Yo ciertamente me he sentido así. A veces, he protestado abiertamente –vía berrinche- sobre lo injusto que es hablar con Dios y sus ángeles y no recibir respuesta. Después de todo, existe esa promesa inmensa de “Pide y se te dará”.
Y en otras ocasiones, cuándo lo que he pedido no se materializa de la forma en que espero, o simplemente no se materializa para nada, he hecho pucheros y tratado de convencerme a mí misma de que en realidad, no importa, de que ha de “haber alguna buena razón” para que las cosas pasen de la forma en que están pasando.
Hay mucho dolor dentro del sentimiento descorazonador de que nuestras peticiones no son respondidas. Tendemos a interpretar esta falta de respuesta del cielo como una señal de que no importamos, de que nuestra vida es muy pequeña e insignificante para que el Gran Poder que está “allá, en un lugar lejos” de verdad se interese en nuestro dolor, nuestras preocupaciones, nuestros problemas, nuestros sueños, nuestras preguntas y nuestras necesidades.
Pero yo quiero asegurarle que no es así. Los Ángeles me han explicado que hay Leyes del Pedir que debemos observar y aplicar cuando pedimos al cielo. Estas Leyes, si son seguidas cuidadosamente, van a permitirnos abrir un canal honesto, puro y amoroso con Dios y con sus ángeles.
Cuando pedimos respetando las Leyes del Pedir, nuestros mensajes van a resonar con la vibración del amor, que es la vibración necesaria para poder encender la llama de la comunicación con la Fuerza Creadora.
Además, al seguir estas Leyes, nosotros estaremos a nuestra vez, en el estado vibratorio necesario para escuchar y recibir nuestras respuestas, y más importante aún, para entenderlas y respetarlas.
En mis próximas entradas del blog, estaré explicando estas Leyes una por una.
Las Leyes se dviden en “Cómo NO Pedir”, y en “Cómo Sí Pedir”. Aquí va la primera:
COMO NO PEDIR
1. Desde la Sombra: Esto significa no pedir desde un lugar de arrogancia, prepotencia, manipulación, apego, juicio y culpa. Ahora bien, como no somos perfectos, podría ser mucho pedir el estar completamente libre de este tipo de contaminación.
Sin embargo, antes de empezar sus peticiones, sea honesto con usted mismo y chequee si su petición está de alguna forma contaminada por uno o más de estos aspectos de sombra. Si usted encuentra que es así, entonces sería mejor si su petición se centrara en ser liberado de toda contaminación. Pida ayuda para positicionarse en un lugar de luz, de verdad, y de puridicación.
Para hacer esto, usted puede llamar al Arcángel Zadquiel, quien brinda ayuda para transformar energías de vibración lenta en vibraciones altas y rápidas. En otras palabras, él le ayuda a transformar la sombra en luz. Si usted no tiene idea de cómo invocar a los Arcángeles, usted podría elegir tener acceso a Nueve Poderosas Invocaciones en éste enlace: http://www.tradinglegsforwings.com/es/como-llamar-arcangeles Sin embargo, si su deseo es puro y verdadero, ¡pregunte desde el corazón y utilizando sus propias palabras!
En mi próxima entrada del blog, estaré explicando la segunda Ley del Pedir.
¡Gracias por leer!
Yvonne