Muchas personas vienen a mí adoloridas, con problemas graves y con consultas sobre asuntos muy serios. Mi primer pregunta es: ¿Ya entró en oración profunda sobre esto? Y, hasta el momento, nadie me ha respondido que sí. Usualmente, se desesperan conmigo y me dicen (o piensan) algo como: Este no es momento de oración, sino de acción». Bien, entrar en oración es tomar acción. La más importante acción que usted puede tomar cuando se siente perdido, desconcertado, angustiado o desesperado es entrar en oración profunda y activar el código Divino de Dios en usted. Esta es la única acción que puede tomar que cambiará las cosas desde el centro de su Ser hacia afuera. Las acciones físicas si bien son útiles y necesarias, liberan solamente las formas débiles de energía, mientras que la acción mental y espiritual libera las formas más altas de energía. La oración se ocupa principalmente de los estados de la mente y las leyes de la actividad mental que gobiernan su mundo; primeramente, la oración cambia su pensamiento, luego lo calma, levanta su ánimo y lo renueva.
Este es uno de los propósitos de la oración: cambiar su estado mental lo cual a su vez cambiará su mundo.
Pero la oración va aún más allá: La oración libera la más alta forma de energía del Universo, ya que lo enlaza a usted con la Energía de Dios quien es la fuente de todo cambio, toda transformación, todo amor. Cuando esto pasa, la oración ¡enciende su Luz! Pero, ¿cómo pasa esto?
Cuando usted entra en oración usted mueve en acción una fuerza atómica. Usted libera una potente vibración espiritual que no puede ser liberada de ninguna otra forma. A través de la oración usted suelta una forma de energía de Dios dentro y alrededor de usted que de inmediato se pone a trabajar para usted y a través de usted, produciendo las actitudes reacciones y resultados correctos. Son sus oraciones las que reconocen y liberan el poder divino.
Tal vez usted no puede sentir el poder de la oración porque la oración opera a niveles vibratorios mucho más altos de lo que el hombre puede reconocer. Sin embargo, mientras más entra en oración usted más se expande mentalmente y espiritualmente hasta que logra crecer y nutrir nuevos estados de consciencia que a su vez, le permiten recibir un flujo de energía divina cada vez mayor.
La oración no es solamente un asunto de comunión y de pedir. La oración también es un asunto de recibir.
Es posible que usted esté pensando que hasta el momento ha entrado en oración sin resultados, sin respuesta.
¿Por qué muchas personas sienten que sus oraciones no son respondidas?
Muchas personas sienten que sus oraciones no son respondidas pues no saben o nunca han sentido a Dios dentro de ellas como parte de su Ser y se agobian tratando de lograr la atención de un Dios lejano, quien podría o nó estar interesado en sus problemas (o bien, eso es lo que estas personas creen). Puede ser muy frustrante y triste el tratar de orar a un Dios así, lejano y condicional por lo que no es de sorprender que muchas personas ya ni siquiera tratan.
La verdad sobre la oración es que no conlleva esfuerzo, agobio o frustración porque en la verdadera oración usted lo que hace es entrar en comunión con la naturaleza de Dios dentro de usted mismo, y por lo tanto, activa el espíritu divino del bien, del bienestar y del amor en la resonancia de su Ser.
En la verdadera oración usted dirige su atención hacia dentro y no hacia afuera. Dios está dentro de usted, y es en el silencio del encuentro en la oración con Él dentro de usted mismo, que encuentra un espacio para expresarle sus más profundos y verdaderos deseos. Es en ese encuentro puro que logrará decirse la verdad de lo que necesita y desea. No podría entregarse ni entregar sus cargas a un Dios que estuviese afuera y lejos de su espacio.
Retírese dentro de sí mismo, pues la verdad de Dios vive dentro de su Ser interior, dentro de su Verdadero Ser.
Si siente que su conexión con Dios está herida, destruída, rasgada, perturbada o que simplemente no existe, podría empezar su oración yendo dentro de sí y contándole al Creador esto que siente, e intencionado con la fuerza de su corazón, el poder sentir lo que se siente ser Uno con Él y pídale que le enseñe que es posible para usted renovar su conexión con Él, cómo hacerlo y que le muestre que es seguro para usted hacer esto.
Si su intención es pura y verdadera,y si su oración viene desde su alma y su corazón, y no desde el ego, entonces no habrá oración suya que no sea respondida.
Gracias por leer,
Yvonne
Esta es una publicación del blog de Yvonne: www.angelesenlacasa.com