Cuando pedimos y no logramos percibir respuesta sobre lo que pedimos, es porque no logramos aceptar aquello por lo que pedimos.
¿Cuántas veces a pedido por algo, sobre lo cuál en el fondo de su Ser no cree que es posible para usted experimentar?
Cuando el nivel de nuestra aceptación es menor que aquello por lo que pedimos, entonces aquello por lo que pedimos no tiene el espacio suficiente para hacerse presente en nuestra realidad.
Por lo tanto, antes de pedir por algo específico, hágase las siguientes preguntas:
- ¿Siento que soy merecedor de recibir esto que estoy pidiendo?
- ¿Puedo aceptar la manifestación de esto que estoy pidiendo en mi vida?
- ¿Es mi rango de aceptación mayor de lo que pido y puede albergar y recibir aquello que anhelo?
- ¿Estoy dispuesto a hacer todos los cambios necesarios en mi vida para darle espacio a esta nueva experiencia que estoy pidiendo?
- ¿Podría estar despierto y presente para recibir esto que pido?
Si en sus respuestas hay un “no”, sería mejor que empezara sus oraciones pidiendo ampliar su capacidad y su rango de aceptación para poder recibir aquello por lo que pide.
Cada vez que no podemos aceptar y abrirle espacio a aquello por lo que pedimos, nuestra oración es vacía. No tiene sentido si desde el inicio sabemos que estamos pidiendo por un imposible, ¿no cree?
A continuación le ofrezco una oración pidiendo por la ampliación de su capacidad de aceptación:
“Amado Padre,
Me uno conscientemente con Tu Luz, y con Tu Sabiduría para pedirte que entres en mi sistema energético y saques, canceles y resuelvas el código erróneo que limita a la esencia de mi Ser para aceptar todo lo bueno, lo milagroso, y aquello que deseo traer a esta realidad desde Ti. Y te pido que instales un nuevo código que me permita aceptar y recibir sin límite tus promesas y todo aquello con lo que me bendices. Enséñame lo que se siente ser merecedor de recibir y de traer a la realidad de mi vida nuevas y amplias posibilidades para crecer y para vivir una vida que merece ser vivida honrándote y honrándome a mí mismo. Gracias, gracias, gracias. Así es y hecho está. Amén”