Sobre cómo NO pedir
2. Con una intención confusa: Más que un asunto de fé, la oración es un asunto de claridad. Muchas veces pedimos desde la mente, pero sin conectar con el corazón y sin ser congruentes con nuestras acciones.
Para que podamos activar nuestro poder creador y para que una petición adquiera vida, es necesario unificar la intención que está detrás de lo que pedimos. Para lograr esto, necesitamos unificar:
- Lo que está en nuestra mente.
- Lo que está en nuestro corazón.
- Lo que está en nuestra acción.
En otras palabras, necesitamos asegurarnos de que nuestra petición no está contradiciendo alguna parte de nosotros mismos. Si queremos algo en nuestro corazón pero nuestra mente no está de acuerdo, o viceversa, o bien si nuestra mente y nuestro corazón están alineados pero nuestras acciones contradicen esta unificación, nos veremos creando un bloqueo que interrumpe la integridad de nuestra petición y nuestro poder personal para crear.
Entonces, revise si cuando está pidiendo algo, tiene contradicciones dentro de usted mismo, si está siendo congruente en su corazón y su mente, y si sus acciones apoyan lo que dice que quiere y necesita.
Si encuentra que no es así, entonces comience por crear la intención de poder sanar los temores, inseguridades, heridas, creencias limitantes, y actitudes que están impidiendo que su ser se ponga de acuerdo en una intención común y clara.
El Arcángel Rafael, y el Arcàngel Uriel y los ángeles que les acompañan, pueden traerle claridad, inspiración y sanación para poder alinear su ser en un propósito comùn.
Cuando quiera pedir algo, tome una hoja en blanco y divídala en tres columnas. Asígnele a cada columna el nombre de una parte de su ser: Mi Mente, Mi Corazón, Mis Acciones.
Piense en aquello por lo que desea pedir, y escriba lo que piensa su mente al respecto, lo que siente su corazón al respecto y lo que sus acciones hacen al respecto.
¿Encuentra contradicciones? ¿Ve en dónde necesita limpiar, resolver, o trabajar para sanar y para encontrar paz y congruencia? Una vez que ha detectado cuál de las tres partes está en desacuerdo, revise el por qué de esto, y una vez que entienda el por qué, elija un camino de acción: Va a sanar algo, resolver algo, o tomar una decisión sobre algo para unificar esta parte con las demás? O va a trabajar con las otras dos partes para unificarlas con esta que no está alieneada? Sólo usted sabe la respuesta y si no es así, de nuevo, pida ayuda y guía de los ángeles.
La señal de que usted ha logrado unificar las tres partes de su ser: mente, corazón y acción, es que se sentirá claro, aliviado, feliz y en paz.
¡Gracias por leer!
Yvonne