Algunas veces, una situación no puede sanar hasta que la soltamos. En ese soltar, damos espacio para que entre la luz de Dios. Hoy lo invito a que en vez de seguirse preocupando, e imaginando resultados catastróficos, se siente en un lugar agradable y silencioso. Cierre sus ojos, respire profundo y pida la presencia de los Ángeles.
Entregue a ellos esta situación y con su imaginación vea como ellos lo ayudan a sanarla.
Vea como la Gracia de Dios entra en esta situación y la llena de luz blanca amorosa y gentil.
Permita que esta luz, lo llene a usted también y vea como disuelve todo pensamiento negativo y pesimista y lo sustituye por esperanza y por confianza profunda en que todo ha sido resuelto.
Amados Ángeles,
Llamo a su dulce presencia para que me ayuden a sanar esta situación dolorsa para mi.
Pido su luz, su guía y que me enseñen cómo soltar, liberar y dejar ir mis expectativas negativas sobre lo que ha sucedido.
Abrácenme con su luz sanadora y llenen con su Gracia esta situación para que se resuelva dentro de las Leyes de Padre, para el más alto y mejor beneficio de todos quienes tenemos que ver en ella.
Gracias, gracias, gracias.
En el nombre de Jesús.
Amén.