Cuando sufrimos o cuando perdemos nuestro centro, es porque nos desconectamos de Dios. Nuestro acercamiento a Él depende de nuestro libre albedrío y siendo Él omnisciente, omnipresente y todopoderoso significa que Él siempre está allí para nosotros, y que si no lo vemos, no lo percibimos, no lo sentimos, es porque somos nosotros quienes hemos cerrado la puerta al contacto profundo y sincero con Él.
El desconectarnos de Dios, se da a raíz de muchos factores, entre ellos, el que proyectamos y transferimos hacia Él, el dolor que sentimos por todas aquellas necesidades emocionales y físicas que nuestros padres no satisfacieron en nosotros o bien, porque nuestra conexión con Dios está teñida de los resentimientos y rencores que sentimos por todas las veces en que nos sentimos defraudados, abandonados, y heridos por Él. Sentimos estas emociones no porque Dios verdaderamente nos haya abandonado o defraudado, sino porque esa es la interpretación que hemos hecho a raíz de circunstancias en nuestra vida y a raíz de la consiencia de víctima que siempre señala a otros como culpables de nuestro sufrimiento, incluido Dios.
Para purificar nuestro ser de esta separación voluntaria de Dios, es vital sacar a la luz estas emociones negativas hacia Él, aceptarlas, procesarlas y resolverlas. Busque la forma para sanar y liberar estas emociones que interrumpen la calidad de su relación con Dios.
Lo invito a entrar en un periodo de purificación y de consagración de limpieza de heridas que siente hacia Dios. Propóngase a regresar a Él y a su Gracia para iluminar su vida y reconectarse con su Luz que contiene las semillas para que usted pueda honrar y cumplir sus sueños.
Es a través de Él y su gran amor, que recibimos el poder de experimentar aquello que deseamos experimentar con todo nuestro corazón en nuestra vida.
Su alma está sedienta de entregarse a Él y entregarle a Él sus cargas pero ¿Cómo hacerlo si lo resiente y tiene rencores no resueltos hacia Él? ¿Cómo escuchar sus respuestas, su guía y aceptar su amor y su ayuda si siente enojo hacia Él?
Esta es una publicación del blog de Yvonne: www.angelesenlacasa.com