¿Recuerda que le he dicho que cada palabra que decimos es una oración? Cada palabra lleva en sí un código: El código del amor, o el código del desamor.
Si hablamos el lenguaje del amor y permitimos que Dios se manifieste a través de nuestras palabras, nuestro mundo no puede más que llenarse de Luz y de Amor.
Si por el contrario elegimos el desamor y nos dedicamos a usar nuestra voz y las palabras que salen de nuestra boca como armas para herir y denigrar a otros, entonces nuestra siembra se convierte en fruto seco que no da, ni crea vida.
¡La Luz atrae más Luz! Yo sé que si usted lee mi blog, es porque desea vivir su vida en Luz y crear, desde esa Luz, bendita abundancia, armonía, alegría, belleza y expansión. Entonces, lo invito a cuidar de sus palabras, a pensar antes lo que va a decir y a detenerse cuando siente el impulso de decir algo que va a herir a otros, a través de la crítica, el insulto, o palabras sin la fuerza del amor detrás.
A continuación encontrará una oración que le ayudará a empezar a limpiar y liberar su voz y sus palabras para el amor, la bondad, y el respeto hacia otros:
Oración de la Verdad
“Yo me doy cuenta ahora de que cuando hablo, es Dios hablando a través de mí. Mis palabras son Espíritu y son Vida. Mis palabras son Espíritu y representan la Verdad de Dios. Mis palabras están llenas de vida, amor y bondad.
Cuando hablo, doy alegría y felicidad a todos. Yo soy un mensajero de Dios; yo traigo buenas noticias y hablo en Paz. Las ideas de Dios se manifiestan constantemente a través de mí y ellas traen armonía, alegría y paz a mi.
Yo me expreso poderosa y firmemente con la voz de mi espíritu. Yo soy la perfecta articulación y expresión de la Verdad. Yo hablo con la verdad, amo la verdad, y sé la verdad. La Inteligencia Divina habla a través de mí.
Yo declaro que mis palabras están al servicio de la Luz para sembrar amor y compasión entre las personas y yo. Yo declaro que mi voz lleva la Vibración Divina de Dios y que Él se manifiesta a través de mis palabras, iluminando y llevando bendición y amor a todo aquel a quien dirigo mis palabras en forma directa o indirecta.
Yo hablo y me expreso en en nombre de Dios. Así es y hecho está.”
Esta es una publicación del blog de Yvonne: www. angelesenlacasa.com