Es quizá más fácil sentir y expresar amor y dulzura para quienes no están tan cerca de nosotros y comprendemos más a aquellos que no viven con nosotros y a nuestros amigos. Hoy quiero invitarlo a recorrer conmigo durante esta semana una serie de pasos sagrados para iniciar el camino de reanudar el amor, la dulzura y la alegría en su centro familiar, en su hogar.
No importa si usted vive solo, con una persona o con diez. La invitación es para reactivar la energía del Amor Divino en su hogar y así crear armonía y paz en su entorno.
El primer paso es preguntarse si usted cree que es posible para usted volverse a enamorar de su familia, si puede considerar que usted tiene el poder de comandar el Amor Divino en medio de su hogar, a pesar de las heridas, a pesar de los resentimientos, a pesar de las preocupaciones y a pesar de que algunas de las personas que comparten su hogar parecieran cerradas al amor.
Es importante entender, que el viaje sagrado que vamos a emprender esta semana, no se trata de imponer el amor, no se trata de manipular a sus seres queridos a hacer y comportarse como usted quiere, ni se trata de una obligación. Estos pasos, son pasos sagrados pues se dan desde el respeto del libre albedrío y se dan desde el amor incondicional (¡sin condiciones!) aceptando a nuestros seres queridos que comparten el hogar con nosotros, tal y como son.
Estos pasos invitan a la humildad, a ser hechos en silencio, desde una intención pura de hacerlos por la simple razón de que queremos hacerlo, porque nos hace felices hacerlo y como una ofrenda a nuestro hogar.
Si desea ser la fuente que trae y genera dulzura y armonía en su hogar, sígame en este primer paso:
Paso 1: Acepto que tengo el poder dado por Gracia de Dios, de llamar, instalar, activar y ampliar el amor, la dulzura y la armonía en mi hogar.
Oración de Aceptación:
Amado Creador de Todo lo Que Es, enséñame lo que se siente ser portador del Amor Divino en mi Hogar.
Enséñame que es posible para mi encender la llama de la dulzura y la armonía en mi hogar, a pesar de todo lo que haya pasado.
Enséñame cómo llamar, instalar, activar y ampliar el amor, la dulzura y la armonía en mi hogar para el mayor y más alto beneficio de todos.
Enséñame que es posible para mi ver las transformaciones positivas y sostenedoras de la vida, que llevas a cabo en mi hogar sin que yo sienta angustia, impotencia o frustración.
Enséñame lo que se siente retomar mi poder absoluto de declarar, sin duda alguna, que mi hogar está lleno de Tu amor, de Tu Paz y de Tu Alegría a partir de este momento y para siempre.
Limpia amado Creador, toda huella de desconfianza en mi mismo e instala en mi la confianza de crear en Tu Nombre amor incondicional en mi hogar.
Así es y hecho está. Gracias, gracias, gracias. En el nombre de Jesús. Amén.
Y ahora, quédese un momento, viendo desde su imaginación, cómo una luz amorosa desciende sobre usted dándole todas estas enseñanzas y como estas entran a todo su cuerpo, a todos sus órganos y sistemas. Respire profundo y abra sus ojos hasta que sienta que la luz se ha aquietado.