Si está atravesando una situación difícil o que le preocupa, le duele o le angustia, en su hogar, lo invito a hacer este ritual de resolución con la Energía amorosa del Arcángel Chamuel. (Si quiere conocer y saber más sobre el Arcángel Chamuel, siga este enlace: http://angelesenlacasa.com/articulos/intervencion-divina/2011/el-angel-de-la-semana-el-arcangel-chamuel-el-que-ve-a-dios/)
Ritual Para Solucionar Algo que Le Preocupa en Su Hogar:
Encuentre un lugar tranquilo y sin interrupciones para realizar este ritual.
- Imagínese sentándose en una banca en un espacio hermoso con vista al mar (su imaginación le dictará la forma y el lugar de éste). Es el amanecer y el sol está saliendo.
- Pida la presencia del Arcángel Chamuel. Tómese el tiempo para darle la bienvenida con amor y alegría.
- Extienda su mano derecha con la palma abierta hacia arriba.
- Su intención es crear, instalar y activar el Amor Divino en la situación que le inquieta hoy.
- Diga en voz alta: “Crear” y sienta cómo sobre su mano se crea un “módulo” de amor. Perciba que “algo” se está formando sobre su mano. Podría ser que usted sienta un peso, una temperatura, una sensación o que con el ojo de su mente vea una forma o un símbolo.
- Una vez que sienta que el módulo ha terminado de descargarse, déje su brazo derecho extendido con el módulo sobre la palma de su mano.
- Extienda ahora su otro brazo y abra la palma de su mano izquierda.
- Con su imaginación, coloque allí, el problema o situación que ahora le inquieta.
- Regrese su atención al módulo de amor que creó anteriormente y diga “activar”. Sienta cómo el módulo se activa.
- Lleve el módulo hacia su mano izquierda en donde tiene el problema que le inquieta. Coloque sobre éste, el módulo de amor que acaba de crear/activar y diga “instalar”.
- Incrústelo en el problema o situación y vea cómo el amor incondicional ilumina y llena de su resplandor a todos los aspectos y participantes del problema. Cuando la luz se haya aquietado y vea toda la situación completamente llena de amor incondicional:
- Relaje sus manos y dé gracias.
- Declare con firmeza: «Este problema no es más un problema. Se ha resuelto ahora en el nombre de Jesús. Amén»