Unamos nuestros corazones, nuestra intención y nuestro amor, para pedirle a nuestro Creador que santifique nuestro amado Planeta Tierra con su Bondad y Amor Incondicional. Los invito a entrar en un momento sagrado de oración conmigo, diciendo desde nuestra propia luz y bondad, esta oración:
Amado Padre, te saludamos en este día, desde lo profundo de nuestro ser, de nuestra mente, nuestra alma, nuestro cuerpo y corazón.
Te bendecimos Padre, Tu que eres el Padre de todos los seres, todas las criaturas, universos, planos y dimensiones, de todo lo existente.
Tu, Padre excelso que nos has dado la vida, gracias, por sostenernos la vida en cada instante. Te damos las gracias Padre, tus hijos pequeños por la luz que has puesto en nosotros.
Pon tu Espíritu en nosotros y te pedimos hoy que Tu Luz y tu Bondad Divina vengan sobre nosotros. Glorificamos tu nombre y te pedimos que todo lo que hacemos, decimos y pensamos sea para Tu gloria en cada segundo.
Te damos gracias por permitir éste momento y te pedimos que desciendas Tu amor incondicional, Tu Bondad, Tu misericordia, Tu luz, y a Tus Ángeles a santificar el Planeta Tierra.
Pedimos la manifestación de tu bondad, de tu amor y tu energía en todos los seres, de todas las especies, en todos los rincones del planeta Tierra, iluminando, sanando, bendiciendo y entregando tu perdón, y tu bondad a todos aquellos seres que sufren, que duelen y que se sienten enfermos y atrapados y para todos aquellos seres que buscan Tu Luz.
Bendice e ilumina a todos los Seres de Luz que habitan en el Planeta Tierra y llena de Ti los corazones de todos los seres que te esperamos y que te buscamos.
Si es tu voluntad bendice, limpia y restaura al Planeta Tierra de acuerdo a tu entendimiento y a tu definición.
Sea tu Luz, sea Tu amor, sea Tu misericordia, y Tu bondad manifiesta en la vida del Planeta Tierra.
Así es y hecho está.
Gracias, gracias, gracias.
Amén.
Vea con el ojo de su mente y sienta como la Luz de la Bondad de Dios es otorgada y descendida desde el Universo al Planeta Tierra. Vea cómo se esparce y llega hasta el rincón más oscuro.
Quédese siendo testigo de este milagro hasta que sienta que la energía se ha aquietado y el Planeta y los seres, de todos los reinos, que la habitan están llenos de esta Luz bendita.