Para limpiar su ser de toda negatividad, y bendecir su vida, lo invito a que siga el siguiente tratamiento para hacerse a si mismo una limpieza especial en compañía de Dios:
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En un recipiente pequeño con agua cristalina y tibia derrame 7 gotas de aceite de incienso.
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Pida con sus manos en su corazón y con sus ojos cerrados: «Amado Padre, Creador de Todo lo Que Es, derrama tu bendición y tu Gracia en esta agua, conviértela en agua bendita y sanadora de acuerdo a Tu entendimiento y definición y para mi mayor y más alto beneficio”. (Observe con su mente, cómo el Creador descarga su bendición y su Gracia en el agua). Una vez que sienta que el agua está lista, lávese sus manos, despacio, varias veces, en ella mientras repite: “En el nombre de Jesús, yo declaro que limpio toda negatividad en mi vida, en mi alma, en mi mente, en mi espíritu, en mi cuerpo y en mi corazón. Toda negatividad va hacia la nada y es sustituida por Amor Incondicional en todas las áreas de mi vida. Yo suelto, dejo ir y libero toda negatividad en mi mismo y toda necesidad o adicción a ser y a expresarme negativamente. Yo estoy abierto y receptivo a la bondad de Dios en cada etapa de mi vida, estoy abierto a recibir Su bendición y declaro que yo tengo el favor de Dios.”
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Seque sus manos y dé gracias.