La cuarta razón por la cual podría estar atrapado en una situación difícil de la cual siente que no puede salir, es porque quizá esté en berrinche.
Si usted ha sido herido por ciertas personas o situaciones parecidas a la cual se encuentra ahora o que son protagonistas de su situación actual y siente que su sentido de justicia ha sido violado y siente que no puede perdonar y dejar ir lo que pasó, pues nunca se hizo justicia (de acuerdo a lo que para usted es justicia: el que se disculparan con usted, el que le pagaran el dinero que le debían, el que lo despidieron sin compasión ni consideración y no le dieron sus beneficios, si lo abandonaron y esta persona ahora es feliz, si lo traicionaron y no le mostraron respeto, etc.) es posible que usted se encierre en un círculo de pensamientos, palabras, y acciones que demandan venganza.
A veces sin siquiera darse cuenta, queda atrapado en una lucha de poder con quien lo ofendió. Y en esa lucha de poder, usted cae en un pleito en el que no puede ganar pues las personas que lo lastimaron, no le pueden o no quieren ofrecerle o darle lo que usted está necesitando y demandando; pero usted, en forma irracional, sigue en pleito y en una necesidad de ganar a toda costa y no estará satisfecho hasta que sienta que se ha hecho justicia.
Aqui tiene dos caminos: a. quedarse en lucha de poder eterna y entrar en territorio del odio, del rencor y del resentimiento. O, b. Entrar en comunión desde su alma y su corazón, con los seres que lo hirieron reconociendo que Dios también está en ellos y aceptando ver la divinidad en ellos con ojos compasivos.
Sé que para algunas personas, esto parece imposible de hacer, y prefieren morir antes que dejar ir su sentido de justicia. Pero yo le digo: si este es su caso, solo está voluntariándose a vivir en una prisión, usted mismo se ha echado llave y está cumpliendo años de una sentencia que usted mismo se está aplicando. ¿No le parece absurdo?
Lo invito a dejar ir, a dejar de exigir una justicia que nunca va a llegar desde el lugar que usted lo exige. Permita que el Universo haga justicia por usted. Perdone, suelte, libere y deje ir. ¡Otórgese su propia libertad!
Para hacer esto, usted puede decir algo así: