“Mi intención de hoy es: Crear mi vida en la Luz. Que todos mis sueños, mis proyectos y mis deseos sean impregnados con la fuerza de mi Luz.”
La palabra Intención proviene de una palabra latina que significa “tirar hacia delante”.
Desde un punto de vista espiritual, la intención es una poderosa fuerza que se genera en el centro de nuestro ser y que nos conecta a nuestro Creador, al cosmos, y que unifica alma, mente, corazón y cuerpo.
La intención también puede explicarse como la tendencia inicial de la mente hacia un objetivo. Es la fuerza que impregna el camino y la meta y que dirige las acciones de la libertad desde dentro de nuestro ser.
Una historia que procede de la tradición cristiana medieval ilustra lo que es la intención: un viajero llegó hasta el lugar donde se realizaban unas obras de construcción y vio a dos hombres transportando unas piedras. Uno de ellos trabajaba con desgana, con una expresión de hastío en su rostro. El otro lo hacía contento, entonando canciones mientras cargaba piedra tras piedra. “¿Qué estás haciendo”, preguntó el viajero al trabajador hastiado. “Cargar piedras”, respondió. “¿Qué estás haciendo?”, le preguntó al otro. “Construir una catedral” respondió. La intención orienta el rumbo hacia donde estamos apuntando.
La intención procede e inspira la proyección de nuestro ser y de nuestro propósito en todos los aspectos de nuestra vida. La intención es también la capacidad de mantener un contexto visionario en el que todas las visiones concretas pueden estructurarse. Una vida inspirada por la intención consciente consiste en la capacidad de actuar a partir de una zona de intencionalidad para hacer aquello que anhelamos desde lo más profundo de nuesta alma.
Hay que entender la intención como una forma general de llegar a un lugar, no como un mapa detallado. La intención consiste en saber cómo queremos que acabe la partida, tanto en contenido, como en proceso. La intención cuando la realizamos conscientemente y en conexión íntima con la bondad de nuestro ser, pone en marcha algo mágico. La intención pura y de luz, es la fuerza sagrada que nos impulsa a cumplir nuestros sueños, nuestros deseos y a iluminar y hacer realidad nuestros proyectos.