Honrar el corazón herido significa reconocer que está adolorido y darle espacio para ser y para expandirse a pesar del dolor. Honrar el corazón herido no significa magnificar el dolor, ni victimizar al corazón. Honrar al corazón se trata de ver en su justa medida lo que siente el corazón y se trata además, de empezar a permitir que entre el aliento de la vida en él, poco a poco.
El aliento de la vida contiene, inevitablemente, a Dios, pues ¡Él-Ella Es la vida, Él-Ella sostiene su vida y la vida de todo el Universo!
A través del siguiente ejercicio usted podrá honrar su corazón y a la vez podrá empezar a oxigenarlo con el aliento de la vida:
EJERCICIO PARA HONRAR EL CORAZON HERIDO
Busque un momento de silencio y privacidad. Ponga música hermosa y suave. Sentado cómodamente ponga sus manos sobre su corazón o en medio de su pecho (en donde se encuentra el Chacra del Corazón). Respire suavemente varias veces, y mientras lo hace, sienta su corazón latiendo en su pecho, bombeando vida a todo su cuerpo.
Una vez se ha hecho consciente del latido y del estado de su corazón en este momento, diga:
1. Siete veces: “Me hago consciente de mí”. (Respire profundo entre cada declaración).
3. Ahora, dígase a sí mismo:
“Inhalo en calma y en paz”. Y al exhalar: “Yo suelto, libero y dejo ir toda la tensión de mi cuerpo físico… estrés, enfermedad, dolor, incomodidad, cansancio, pereza, toda tensión. Relajo mi cuerpo, más y más… me siento bien”.
4. 3veces: “Me hago consciente de mi corazón y de las emociones que habitan en él en este momento. Me hago conciente del paisaje de mi Corazon en este momento y lo acepto, lo honro, lo respeto y lo amo completa y profundamente”.
5. Repita: “Al inhalar, me inunda la luz y el amor de mi Creador. Al exhalar: yo suelto, libero, y dejo ir todas las cargas y penas de mi corazón. Se las entrego a mi Creador”.
6. Respire profundamente.
Una vez que se sienta relajado y en paz, respire en silencio sintiendo la Paz y la Gracia de Dios entrando en su cuerpo e inundando todo su Ser. Vea, con el ojo de su mente, y con su imaginación, cómo una Luz desciende desde lo alto y lo llena de amor incondicional, de paz y de gracia, restaurándo todo su ser y devolviéndolo a su centro. Respire profundo y cuando esté listo, puede abrir sus ojos y volver a sus actividades diarias.
Para Contemplar en Oración:
“Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.” (Isaías 58:11)
¿Qué nuevo entendimiento o inspiración viene a usted cuando usted satura su corazón y su mente con esta oración?
Haga sus observaciones en forma especifica a su corazón herido.
¿Qué le está diciendo Dios?