Si usted siente que creció sin amor, o si siente que, a pesar de haber sido amado, hubo una necesidad que no fue satisfecha y tuvo que crecer sin eso que tanto añoraba emocionalmente, es imporante que si bien debe honrar esta etapa en su vida, ahora entienda que usted si puede darse a si mismo aquello que tanto le hizo falta.
Es a usted a quien le toca darse aquello que tanto busca fuera de si mismo. Usted sabe perfectamente lo que necesita emocionalmente. Entonces, ¿por qué seguir buscándolo afuera de si mismo? ¿Por qué insistir en que sean otros quienes adivinen lo que necesitamos y vivir en espera de un amor que quizá nunca va a llegar de la forma en que lo añoramos?
Ámese usted a usted mismo. En forma sana y proactiva dése aquello que no fue satisfecho en si mismo mientras crecía: respeto, escucha, compasión, paciencia, diversión, abundancia, un ambiente sano y amoroso, cuidados físicos, gentileza y amabilidad, dulzura, suavidad, validación, bondad.
Todo esto y más, usted puede dárselo a si mismo.
Si encuentra barreras para poder hacerlo, indague, sea curioso de por qué tiene esas barreras y comprómetase con usted mismo para sanar todo aquello que deba sanar y derribar estas barreras. Dése permiso a recibir todo aquello que tiene para darse.
¡Si al amor por mi mismo!
¡Si a la bondad por mi mismo!
¡Si al respeto por mi mismo!
¡Si a la suavidad y la gentileza commigo mismo!
¡Si a la dulzura conmigo mismo!
¡Si a darme lo que no me fue dado!