Al amanecer, cuando despertamos, tenemos la posibilidad de elegir cómo queremos vivir nuestro día. Este es un regalo único que nuestro Dios nos ha dado pues se refiere a nuestro libre albedrío el cual es el que nos otorga la libertad de ser y hacer lo que elegimos ser y hacer.
Si es su deseo vivir en bondad, sembrando bondad, y manifestando bondad para si mismo y para el mundo, lo invito a que al empezar cada mañana se pregunte: