El crear espacio para el Amor Divino es un asunto de ejercitarse en el hábito de hacerlo a través de cada palabra, de cada pensamiento y de cada acción.
Es necesario cambiar nuestros hábitos de desamor y esto se hace a través de nuestra intención de iluminar cada una de nuestras interacciones diarias con nuestra compasión, nuestra bondad, nuestra sonrisa, nuestro respeto por el punto de vista del otro y a través del compromiso de ser seres de Luz.
Cada día tiene el regalo y la oportunidad de brillar su Luz e iluminar hasta los espacios más oscuros en si mismo, en los demás y en el Planeta.
Hoy, hágase estas preguntas, sin juicio, solo como una forma de despertarse y tomar consciencia de cuánto elige vivir en su Luz:
- ¿He sido abierto y tolerante en mis interacciones más recientes?
- ¿Le di el regalo de mi atención a aquellos que hablaron conmigo?
- ¿Me permití ver el milagro en cada persona que se cruzó en mi camino?
- ¿He creado espacio para que el Amor Divino se manifieste a través de mis pensamientos, mis palabras y mis acciones?
Si no es así, ¿estoy dispuesto a respirar hondo, a perdónarme a mi mismo y entonces volver a empezar la práctica de manifestar mi Luz a través del trato bondadoso y respetuoso hacia mi mismo y hacia todos los seres, de todos los reinos de Dios?
Ahora tómese un momento para considerar y elegir cómo quiere que el mundo lo vea y lo reciba.
Cada vez que usted se comunica con los demás en los próximos días, lo invito a practicar su trato hacia ellos, desde la luz de su corazón, amorosamente, dando permiso para ver a los demás desde la luz del no-juicio, de la aceptación y de la bondad.
¡Le deseo una semana llena de facilidad, de conexión y de abundante alegría!