¿Alguna vez ha sentido que amanece sin luz interna? ¿Que por más que trata, su corazón no puede traducir al mundo? Cuando me pasa, opto por abandonarme un rato a ese momento quieto, y prefiero no pelearlo. Soy un ser de Luz, así que sé que pronto la Luz se me activará y sé también, que a veces es necesario permanecer un ratito en la sombra, para poder recibir la Luz con los brazos abiertos… Aún en los momentos inciertos y de sombras mías inventadas, siento la compañía de mi Angel Guardián, y él me entiende, y me abraza, hasta que regreso a la Luz, y nos vamos a celebrar…
Y usted, ¿qué hace cuándo se le apaga la Luz de su alma?
Aquí, un fragmento de un día en que se me apagó la Luz:
Anoche me desdibujé. Borré todo lo que había en la cámara escondida donde guardo mis secretos.
Ayer me desdibujé y los colores púrpura de mi sangre dejaron un arco iris de imposibilidades en lo que fueran mis pies.
Ayer me desdibujé y por un instante infinito perdí la forma, el peso, el olor y me convertí en nada.
Ayer me desdibujé y la lluvia me ayudó a lavar la angustia, el desamor, las tantas horas vacías en que vi mi rostro y no entendía nada.
Ayer me desdibujé y me entregué, agotada, al destiempo.