Fui creada divinamente perfecta. Deseo verme como me ve mi Creador. Soy su creación perfecta y a pesar de que quizá no logro manifestar mi perfección en forma consistente, mi espíritu si lo logra hacer.
Yo suelto, libero y dejo ir toda creencia, idea, pensamiento, y palabra que no aprecia la belleza de Dios en mi.
Si me veo en forma negativa, no me sirve para nada, ni sirve a otros. Yo elijo aquí y ahora, ver mi belleza, ver mi luz, reconocer mis talentos, y mis características únicas.
Elijo ver la belleza en todo y en todos, incluida yo.