Su corazón necesita que usted sea gentil, amoroso y compasivo con él. Necesita sentir que acepta su corazón y todas sus grandezas, sus heridas y su estadía en el desierto con respeto y con paciencia.
El corazón no puede ser apresurado, tiene su propio ritmo y su propia cadencia. Lo mejor que puede hacer si tiene su corazón herido y en el desierto, es permitirle ser, permitirle expresarse y amarlo incondicionalmente tal y como es; tal y como está.
Para ayudarlo a hacer esto, le entrego el siguiente ejercicio: