Continúo dándole pasos importantes que si los practica consistentemente, le ayudarán a abrirse a recibir. ¡Practique, practique, practique!
Paso #4: Empezar a manejar un vocabulario acorde al recibir.
Las frases del que no recibe son: (¡y que debe parar de inmediato!)
– Las personas toman ventaja de mi.
– Nunca logro lo que quiero.
– Siento que las personas me dan por sentado.
– Yo aquí estoy siempre para los demás, pero nadie está para mi
– Las personas no me escuchan
– No puedo contar con nadie
– La única forma en que las cosas se hacen, es si yo las hago
– Yo se lo que las otras personas necesitan pero no se lo que yo quiero y necesito
El vocabulario del Recibidor:
Vivo y estoy: Meditando, permitiendo, escuchando, aceptando, admitiendo, sintiéndome agradecido, abriendo, relajando, dejando ir, desapegándose, notando, observando, dando la bienvenida, cediendo, incluyendo, abrazando, sintiendo, oyendo, apreciando, siendo, contemplando, viendo, dejando las cosas ser, atrayendo, revelando, reconociendo y diciendo: “Si, gracias”.
Paso 5: Cultivar reciprocidad: La reciprocidad se define como una forma de intercambio simétrico en la cual transacciones se dan entre individuos que se consideran iguales y no en posiciones dominantes. Esto quiere decir, que es hora de evaluar sus relaciones y observar en cuáles está dando pero no recibiendo, o dando pero recibiendo muy poco, vea claramente toda relación en la cual está en la que no hay reciprocidad, tanto de usted hacia el otro, como del otro hacia usted. Cultive la reciprocidad. ¿Me siento igual? ¿Estoy tratando al otro como un igual?
Paso 6: Suspenda sus juicios y sus pre-juicios. El juicio limita su capacidad de recibir pues en cuanto usted entra en juicio y clasifica algo como bueno o malo, adecuado o inadecuado, aceptable o no aceptable usted corta completamente su capacidad de recibir más allá del juicio que está dando. Cada juicio que hace, lo para de recibir cualquier cosa que no coincida con el juicio que tiene, así que hasta un juicio positivo tal y como por ejemplo: esta persona es perfecta, lo para de ver a la persona como no perfecta. Se cierra a la totalidad de la persona. Si usted se ejercita en el no-juicio de nada y sobre nadie (incluido usted mismo) no hay nada que no pueda recibir.
Paso 7: Pregúntese (y responda lo primero que le venga a la cabeza aunque no le haga sentido) ¿Qué es lo que estoy absolutamente no-dispuesto a recibir? (Y que si lo recibiera, se manifestaría en total abundancia):
Ejemplos:
Personas a quienes yo no les guste, amor, juicios, sexo, salud, intimidad conmigo mismo, responsabilidad, éxito, dinero fácil, estar equivocado, que me hieran, sentirme bien por divertirme en mi vida, ser diferente y raro, sentirme cacheteado en la cara, mi habilidad de crear, tomar riesgos, que me importe algo o alguien, ser feliz, etc.
Las cosas que usted no esta dispuesto a recibir, limitan lo que puede tener y experimentar en su vida. Cuando usted no está dispuesto a aceptar estas cosas, usted no puede experimentar abundancia. Lo que no estamos dispuestos a recibir es lo que obstaculiza la circulación de la energía de la vida, del dar y recibir, del balance en nuestra vida. ¿Y, qué tal si usted estuviera dispuesto a recibir cualquier cosa y a cualquier persona?
¿Qué energía ha decidido que no puede ni quiere recibir? ¿Qué juicio tiene que lo para de recibir ilimitadamente? Al escuchar estas preguntas, le podría venir algo a la mente seguido por una justificación de por qué no lo puede ni quiere recibir. Esta es la mente lógica que crea estas limitaciones y las perpetúa. Lo maravilloso es que esta respuesta que viene a usted espontáneamente, es no solo la afirmación de su limitación para recibir, sino la respuesta que lo hará libre pues entenderá y verá claramente lo que lo limita y puede empezar a hacer algo al respecto.
Paso 8: Empiece a ver las experiencias de dar, como “regalar”. Vea los regalos que recibe, ábrase a ser recibidor de regalos y a regalar. Así se quita la condicionalidad que viene muchas veces atada a los conceptos muy usados (y mal entendidos) del dar y el recibir. El obsequiar quita de en medio sin expectativas, sin agendas. El ver la circulación del dar y el recibir, como un obsequio que va y que viene, impregna al ser con la energía de la abundancia infinita.
Paso 9: Practique el recibir: Cada día tiene mil oportunidades para recibir. He aquí algunos ejemplos:
– El aire que respira.
– A si mismo
– Su comida
– Lo que siente que rechaza (tráfico, suciedad, mediocridad, peso, etc.)
– Lo que pasa momento a momento, exactamente como viene, sin condiciones, y sin juicio.
– Piropos
– Regalos (desde una pequeña flor, hasta una vista de la montaña)
– Sonrisas
– El agua que toma, etc
Paso 11: Cada día evalúe si sus células están abiertas o cerradas. Pregúntese:
- ¿Cuántas cosas recibí hoy?
- ¿Cómo está mi nivel de receptividad hoy?
- ¿Tengo mi vida plantada en la tierra fértil del obsequiar y ser obsequiado?
- ¿Siento que la energía del dar y el recibir está balanceada en mi hoy?
- ¿Pedí ayuda cuando lo necesité y acepté ayuda cuando me la ofrecieron?
- ¿Estoy abierto a recibir?
- ¿Estoy cerrado a recibir hoy? Y, de ser así, ¿qué me para?
- ¿Estoy dispuesto a admitir esta experiencia en su totalidad?Paso 12: Haga un recuento de sus gratitudes: Cada noche, antes de irse a dormir haga una lista de 10 gratitudes por circunstancias, personas, experiencias, sorpresas, etc., que le pasaron durante el día. Estas gratitudes pueden incluir eventos que si bien quizá no fueron gratos, le trajeron algo a enseñar, inspirar, a decidir…
Paso 13: Cada día cree intenciones de luz para abrirse a recibir y a obsequiar:
- A donde quiera que vaya, a cualquiera que encuentre, voy a llevarle un regalo. Mi regalo puede ser un comentario positivo, una flor, una oración…Hoy, voy a darle algo a todo aquel con quien yo entre en contacto, y así, empezaré el proceso de circular alegría, riqueza y amor en mi vida y en la vida de otros.
- Hoy, recibiré con gratitud, todos los regalos que la vida tiene para ofrecerme. Voy a recibir los regalos de la naturaleza me da: el sonido de los pájaros cantando, la lluvia que baña al planeta. Estaré abierto también ha recibir de los demás, cualquier cosa que deseen darme: un regalo materia, un comentario positivo, ayuda, una oración…Me recibo a mi en mi, a Dios en mi.
- Yo hoy me comprometo a mantener la abundancia de la vida circulando en mi, en mi vida, en la vida de otros a través del regalo del dar y el recibir los regalos más preciados de la vida: los regalos de la bondad, del respeto, del amor. Y cada vez que me encuentro con alguien, silenciosamente voy a desearles felicidad y bienestar, alegría y abundancia.
- Recibo, todo lo que viene a mi, en su totalidad, sin divisiones, sin condiciones y sin juicio. “Gracias Padre, por todo lo que pasó. Sí a lo que ha de venir.”