Puede usar este ejercicio cuando experimente temor de cualquier tipo y dentro de cualquier circunstancia, puede ser en su trabajo, antes de algún exámen, frente a algún peligro real, antes de una operación, etc.
- El primer paso es reconocer que siente miedo y que está sufriendo una respuesta física que está conectada con pensamientos negativos que pasan por su mente. Puede ser que esté pensando “Y que tal si…” y que todos sus pensamientos estén enfocados en las cosas negativas que podrían pasar o las circunstancias dañinas que podrían pasarle.
- El segundo paso, es regresar a su presente, en el aquí y el ahora (los temores usualmente están ligados o viven en el pasado o en el futuro). Puede hacer esto respirando profundamente o solamente reconociendo que está asustado o temeroso.
- Llame a Dios, a nuestro Creador de Todo lo Que Es, al Arcángel Miguel y a sus ángeles. Pídales ayuda. Dígales que está asustado o lleno de temor y que quiere sentirse seguro, protegido y en calma.
- Respire de nuevo profundamente y sienta que respira la energía y la Luz de Dios viendo y sintiendo que lo están rodeando en un escudo protector y amoroso dentro del cual ningún daño puede sucederle.
- Recuérdese a si mismo en dónde está y repítase: “Estoy en el momento presente y los ángeles están a mi alrededor protegiéndome en su Luz amorosa. Por favor ángeles, liberen en mi el miedo y ayúdenme a sentir la presencia del amor de Dios.”
- Continúe respirando profundamente hasta que la reacción física en su cuerpo desaparezca.
- Enfoque su atención en los ángeles y en la palabra Fe.
- Cuando se sienta más en paz,, continue imaginándose en la luz divina protectora, sabiendo que está dentro de un círculo de ayudantes divinos.