El perdón a uno mismo es dejar ir toda idea, rencor, odio, aversión y rechazo que sentimos hacia nosotros mismos.

A través de perdonarnos a nosotros mismos a pesar de nuestras equivocaciones, y errores, nos otorgamos la libertad de conectarnos con nuestra luz, con nuestro poder de volver a empezar desde un lugar puro y nuevo.  El perdonarnos nos ayuda a dejar de insistir en vivir siendo la versión lastimada, víctima y desapoderada de nosotros mismos y abrirnos a ser la mejor versión, de la mejor visión de quienes somos.

Hoy lo invito a permitir que la luz del perdón se mueva a través de usted e imagine cómo sería su vida si se perdonara a si mismo y se liberara de toda emoción de culpa, vergüenza y rechazo por sí mismo, y se colocara bajo la Ley de la Gracia de Dios.

Si está listo y desea de todo corazón perdonarse y soltar la carga del rechazo o culpabilidad dentro de usted, hacia usted, a continuación encontrará una oración que puede hacer en un momento de silencio y comunión honesta con Dios:

“El poder de sanación, de liberación y perdón de Dios, se mueve a través de mi en este momento.

Todo juicio, resentimiento, criticismo, y falta de perdón, es sanado, disuelto, de-creado desde su punto de origen y todo aquello que no lo permite, queda destruido ahora.

Con el amor y la paz de Dios en mi corazón, yo perdono a todo y a todos, incluido a mi mismo.

Yo perdono ahora todas las experiencias de mi pasado y me perdono a mi mismo por todos mis errores, equivocaciones y por la maldad que he expresado en cualquier forma.

Yo me bendigo a mi mismo. Yo soy perdonado por la Gracia de Dios. Yo Soy Libre.

Gracias, Padre, gracias. Así es y hecho está en el nombre de Jesús.”