El fraude consiste en esconder de los demás (y de uno mismo) cualquier falta, mancha o daño. Además, fraude consiste en hacer parecer algo que tiene un defecto o desventaja como algo útil y ventajoso, o hacer algo malo parecer bueno y embellecer la verdad presentándola persuasivamente.
Es una realidad que para poder trascender el lugar en el que está ahora, ya sea una situación difícil, conflictiva, o de enfermedad, el primer paso hacia el éxito de poder resolver aquello que hoy lo hace sufrir, es necesario que esté dispuesto a ver las cosas tal y como son. No como las quisiera ver, ni como quisiera que otros las vean.
El antídoto para sanar la enfermedad del fraude en el corazón, es la honestidad.
La honestidad se define como ver y expresar las cosas tal y como son, lo cual implica que se diga la verdad, y diga la verdad a otros, sobre todo, todo el tiempo.
Cuando no es honesto y no se atreve a honrar a la verdad en si mismo, y cuando siente que tiene que esconder hechos, información, negociaciones, acuerdos, etc., y presentarlos en forma aceptable y embellecida para esconder la magnitud de la mentira sobre como realmente fueron y son las cosas, entonces entra en lo que se llama corrupción (personal y social).
La corrupción desde el punto de vista del ser, se define como la alteración de la forma o la estructura original y verdadera. Es decir, que cuando no está siendo honesto empieza usted mismo a transformarse y a adaptarse a personas, situaciones y experiencias, sin tomar en cuenta lo que su corazón y su alma le están indicando que es lo correcto y verdadero para usted y para los demás. En esa adaptación y cuando menos lo siente deja de ser usted mismo y esto trae un sinfín de problemas, dolor, enfermedad y sufrimiento pues usted está llendo en contra de su verdad y la verdad.
Quiere ser feliz, quiere sanar, quiere transformar ciertos aspectos de su vida que parecen no funcionar, quiere vivir en abundancia, quiere amar y ser amado, quiere vivir una vida de bienestar, plena…Pero, ¿cómo poder lograr esto, si no es honesto y si se presta al fraude en usted mismo y con otros?
A través de su vida, va a encontrar encrucijadas en las que le toca elegir si va a actuar en total y absoluta integridad, parado y sostenido en la verdad, o si va a tomar el camino, aparententemente más fácil, de negociar la verdad por una mentira que por muy pequeña que sea, lo llevará a transitar por un camino de sombras en donde no hay claridad, en donde no hay congruencia, en donde a la larga, el haber tomado la solución que le daba una salida rápida y fácil, viene a enredar más su vida y a hacer el problema del cual huía, aún más serio y complicado.
Su alma trae integrado un sensor para caminar en la verdad y cuando no está caminando en la verdad, se activa una alarma que puede crear grandes (y no agradables) experiencias en su vida para devolverlo al estado de Gracia de la verdad. Es aquí en donde entra su libre albedrío en ese momento mágico y como suspendido en donde siempre tiene la opción de elegir en libertad si va a sembrar en luz o en sombra. Una vez decide y actúa en una o en otra, los efectos que provoca como consecuencia serán acordes a aquello que eligió.
Amado Padre-Madre,
Enséñame tu definición y entendimiento de lo que Es la Verdad.
Enséñame lo que se siente decirme y decirle a otros la verdad,
Enséñame que es posible para mi decir la verdad
Enséñame que es seguro para mí decir la verdad y cómo hacerlo, sobre todo, todo el tiempo.
Enséñame lo que se siente vivir mi vida sin fraude, creado por mi hacia otros, y de otros hacia mí o de mi en mi.
Elijo vivir en total y absoluta honestidad, libre de fraude en todas sus formas.
En le nombre de Jesús, así es y hecho está.
Amén.