La bondad es todo aquello que contruye por, para, y desde la Luz que es la esencia de nuestro Creador. La bondad es actuar en el contexto del amor y es traducir cada una de nuestras palabras, acciones y pensamientos en actos de bien que reflejan amor incondicional y sin barreras.
Dentro de nosotros mismos contenemos la naturaleza de Dios; somos co-creadores del bien con Él pues somos hijos directos de su Luz y por lo tanto tenemos la facultad extraordinaria de poder construir desde y con, el bien.
Podemos en nuestra unión con nuestro amado Dios, construir con Él-Ella desde su luz, pues al ser hijos suyos estamos constantemente e inevitablemente, emanándola, transitándola, viviéndola, mediante el regalo que nos dio de su chispa divina.
Si contravenimos nuestra propia naturaleza de Luz, el fruto que damos empieza a salir mal, empieza a haber destrucción, de alguna forma.
La misión de Jesús fue que dentro del libre albedrío que nos regaló nuestro amado Dios, pudiéramos reconocer y ejercer la naturaleza sagrada de la Luz como creadores de bien para nosotros mismos, para los demás, para el Planeta y para el Universo. Jesús nos enseñó que la bondad es una fuerza extraordinaria, la más sagrada, la más legítima. Es tocar nuestra propia materia sagrada de la cual estamos hechos.
- ¿Vamos entonces a aceptar sintonizar nuestra luz interna y traducirla en actos de bondad intencional y al azar hacia todo ser (humano, animal, vegetal) que encontramos a través de nuestro día?
- ¿Vamos a elegir contruír por, para y desde la luz?
- ¿Vamos a decir “Si” a la Bondad, “Sí” al Amor, “Sí” a la Luz?
Oración de Llamado a la Bondad en mi Corazón
Amado Creador de Todo lo Que Es, enséñame lo que se siente tu Luz dentro de mi.
Enséñame que es posible para mi vivir mi vida diariamente en un estado profundo de bondad.
Enséñame que es posible para mi contruír para la Luz a través de mi bondad, mi compasión, y mi delicadeza con todos los seres de tu creación.
Enséñame cómo ser bondadoso hasta en el rincón más oscuro.
Padre, yo soy en Tu Luz, y es Tu Luz en Mi.
Padre, yo soy en Tu bondad, y Tu bondad es en mi.
Así es y hecho está. Amén.
Cierre sus ojos y vea como nuestro amado Dios en su gran bondad, le envía la Luz de la Bondad hasta que lo llena entero, en todo su cuerpo, su alma, su mente y su corazón.
Abra sus ojos hasta que sienta que la Luz ha terminado de descender en usted.