Si usted está en alguna situación difícil que tiene que resolver pronto en forma fácil y segura, es vital que se abstenga de decir comentarios negativos con respecto a esta situación.
Cuando usted busca un resultado positivo y de luz, lo primero que tiene que hacer, es crear pensamientos que estén de acuerdo con lo que dice que quiere crear y palabras que reflejen esos pensamientos creativos.
Si usted dice: “Es imposible resolver esto”. O, “Todo parece trabarse para mi”. O, “Ya no puedo más, esto jamás va a resolverse”, etc., lo único que hace es reforzar el que la situación no se resuelva para su mayor y más alto beneficio. Si en su mente, y en su corazón, tiene el genuino deseo de resolver de una vez por todas esta situación difícil y molesta, entonces alimente solamente pensamientos en los que visualiza la situación como resuelta y se ve a si mismo feliz, y aliviado por haber podido resolver todo fácilmente, sin drama y sin sufrimiento. Sus palabras deberán cazar con sus pensamientos positivos y alentadores. Puede decir algo así:
“Yo doy gracias por la perfecta y armoniosa resolución de esta situación, la cual vino a mi a través de la gracia y la sabiduría de mi Creador.”
Repita esto dentro de si mismo y en sus palabras frecuentemente durante el día a pesar de encontrar obstáculos, retrocesos, duda, atrasos, o temores que puedan venir a usted. Afirme esto varias veces sin importar que la evidencia le diga lo contrario.
Cese por completo las afirmaciones negativas, cese la queja y el pesimismo en sus pensamientos y en sus palabras.
Nunca debemos afirmar dentro de nosotros mismos aquello que no queremos experimentar fuera de nosotros. Los labios y el corazón deben estar de acuerdo y cuando lo están, nuestras oraciones son respondidas.