A continuación, le presento una nueva frase para sanar y reconstruir los códigos erróneos que se forman a través del espíritu herido:
» A pesar de que me siento completamente cerrado y poco dispuesto para Dios, yo elijo aquí y ahora, empezar a abrir mi corazón y a hacerme disponible para su Luz, para su Amor y para su Misericordia. Yo elijo abrir mi corazón.»