Mis amados lectores,
He recibido tantos correos de muchos de ustedes, quienes me han expresado su dolor y su preocupación por seres que aman, y que están pasando por épocas difíciles: hijos que parecen perdidos en su caminar, familiares enfermos, personas cercanas en situaciones angustiantes, esposos o esposas en crisis, familias enteras en caos…
Todos tenemos seres queridos que nos retan, emocional y psicológicamente, en el acompañamiento que nos toca hacerles.
Muchas veces, lo que les sucede tiene un impacto real y fuerte en nuestras vidas y terminamos enredados en sus historias aún sin quererlo.
Otras veces, nos sentimos frustrados e impotentes por no poder hacer algo inmediato y contundente para salvar a los seres amados de su dolor y de sus problemas.
Esto me ha impulsado a querer publicar en mi blog una serie especial la cual tiene como objetivo:
- Educar y aumentar la conciencia de la mejor forma de ayudar a los seres que sufren.
- Enseñar cómo se evita perpetuar el sufrimiento en los seres que sufren con nuestras propias actitudes.
- Reconocer que es a través del amor incondicional, de la ausencia de juicio y de la sanación de nuestras propias heridas, que podemos accionar una forma muy efectiva de ayudar a los seres que sufren.
Cada artículo es la base para el siguiente. Cada artículo llama a la reflexión profunda y a la acción.
Si este es un tema que le interesa, ¡asegúrese de no dejar de leer ninguno de los artículos! Compártalos con sus familiars, amigos, compañeros de trabajo ya que todos tenemos el mismo objetivo: reducer el temor y aumentar el amor. Alimentar la certeza de que la luz, entra a iluminar cualquier sombra.
Empecemos con esta oración:
Amado Padre,
Enséñame tu definición y entendimiento de lo que es ayudar a todo ser que sufre. Enséñame que es posible ayudar desde mi luz, sin comprometer mi alegría y mi bienestar.
Enséñame lo que se siente el estar habilitado para ayudar y cooperar, desde el amor y el respeto, a todo ser que sufre.
Que al querer ayudar, deje yo fuera mis agendas personales, mis expectativas y juicios sobre lo que debería ser lo correcto para ese ser.
Que sea yo, un instrumento de tu energía sanadora y me contente con servirte de la mejor forma posible al tenderle la mano a quienes necesitan apoyo y acompañamiento en su dolor.
Sean tus Ángeles de la Sanación y de la Libertad conmigo en este proceso.
Gracias Padre, gracias, gracias, gracias.
En el nombre de Jesús.
Amén.
Los abrazo y espero que me acompañe en esta serie especial.
En luz,
Yvonne