Siempre estamos aprendiendo, y creciendo. A menudo, lo que estamos aprendiendo nos reta a estirarnos, a volver a examinar las cosas y a elevarnos a un nuevo nivel de excelencia o habilidad. No desarrollamos sin aprender. Nuestra curiosidad motiva la exploración, el riesgo y enfrentarnos y encarar lo nuevo o desconocido — todos los desafíos que conducen al aprendizaje. El significado de la palabra «desafío», desde un punto de vista intercultural, es una invitación a crecer o extendernos más allá de lo que actualmente es cognoscible o familiar. Es interesante notar que en retrospectiva, a menudo llamamos a nuestros desafíos o aprendizajes “bendiciones” disfrazadas o llamadas para despertar.
Continuamente estamos aprendiendo acerca de nosotros mismos, de nuestros entornos inmediatos, nuestras comunidades y el mundo. «¿Qué aprendí hoy?» es una pregunta profunda. Es de nuestros aprendizajes que somos capaces avanzar y entender lo que es significativo para nosotros. La poeta y novelista Marge Piercy resume el proceso del aprendizaje de esta manera: «la vida es el primer regalo, el amor es la segundo y el entendimiento es el tercero». Nuestros aprendizajes y los entendimientos que derivamos de ellos forman un portal universal que engendra la gratitud por todas las formas en que aprendemos en nuestras etapas de desarrollo y aprendizaje.
Amado Padre,
Gracias por lo que he aprendido el día de hoy, de mi, de los demás y del mundo.
Gracias porque tuve que estirar mis límites y tuve que encarar lo desconocido.
Gracias porque me has dado el entendimiento y la inteligencia para aprender y para avanzar.
Gracias amado Creador porque puedo aprender, porque puedo conocer algo nuevo, porque puedo inventar y puedo crear contigo.
Gracias porque puedo, cada día, caminar un camino nuevo lleno de aventuras intelectuales, de conocimiento y entendimiento.
Gracias por todas mis destrezas y mis habilidades, por mi uso de la palabra y el orden en mis pensamientos.
Gracias amado Padre, porque puedo pensar, por la claridad de mi mente para aprender y aplicar.
Gracias por todos mis aprendizajes, dolorosos, amorosos, confusos, agradables, apasionantes, difíciles, gratos, retadores, dulces y amargos…
Gracias Padre, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias…