Como si fueran un músculo en el cuerpo, las moléculas de la Alegría necesitan ser estimuladas, ejercitadas y ampliadas para que cada vez pueda ir abarcando más territorio dentro de su cuerpo para que así, cuando usted las active, se pongan en movimiento más rápido. A continuación le ofrezco una serie de ejercicios para ayudarlo a estimular a la Alegría:
1. Enlazando la Alegría con una Memoria: Siéntese por un momento en silencio y recuerde algún momento en su vida, en el que está seguro que sintió la alegría recorrer todo su cuerpo. Recuerde lo que sintió, cómo se sintió, y recuerde el sabor, el olor, y la densidad de la alegría que experimentó.
Una vez ha traído a usted claramente esta memoria, ponga el dedo medio de una de sus manos sobre su ombligo y el dedo medio de su otra mano, en medio de su frente. Con un toque firme, apache ambos puntos, sostenga alrededor de medio minuto y suelte. Esto pone en movimiento su energía radiante, fortalece su campo aurico y re-alinea su sistema nervioso. Haga este ejercicio mientras sostiene en su mente la memoria de cuando sintió alegría pura.
2. Envíe luz de colores a través de su cuerpo: Traiga a su mente los colores del arcoiris. Pida al Creador: “Creador de Todo lo Que Es envíame la luz de tus Arcángeles para que fluya a través de todo mi cuerpo y que infundan cada célula de mi cuerpo activando la cualidad de la alegría, de la paz y el bienestar. Gracias, gracias, gracias. Así es y hecho está. Amén” Vea con su imaginación como esta luz de colores, entra a todo su cuerpo y va limpiando, sanado y activando la alegría y la paz en usted. Abra sus ojos hasta que sienta que la luz se ha aquietado.
3. Envíe perdón a través de todo su cuerpo: Traiga a su mente un asunto sobre el cual sienta resentimiento o enojo hacia usted mismo o hacia otros. Esta energía está estancada en sus células. Hasta que usted encuentre resolución, cargará ese enojo y resentimiento y no podrá estar completamente sano. Pero, en un instante si usted se da permiso para imaginar cómo sería su vida si usted se perdonase a si mismo o a otros, sus circuitos radiantes llevarán esa emoción a través de su ser entero. Vea cómo la energía del perdón viaja por todos su cuerpo tocando todos sus órganos y sistemas. La luz del perdón es de color violeta.
4. Envíe gratitud a través de todo su cuerpo: Traiga a su mente algo por lo que se siente verdaderamente agradecido. La gratitude es uno de los sanadores espirituales más profundos que hay. Envíe esta emoción de gratitude a través de todo su cuerpo. Diga gracis a su corazón, a sus pulmones, a sus riñones, a todos sus órganos y sistemas. Permita que la energía de la gratitud, recorra todo su cuerpo. Cuando se sienta llena y feliz de tanta gratitud, sostenga esa energía mientras se da golpecitos en la frente con el dedo medio. (¡Así está instalando y ampliando el sentimiento de gratitude, y de alegría! Esto también puede hacerlo cada vez que se siente feliz y alegre.)