Cada mañana, antes de dejar su cama, mientras yace tibio y cómodo, ponga sus manos en medio de su pecho, respire profundo, e intencionalmente conéctese con Dios, con el Universo, con el Creador de Todo lo Que Es, y cree su intención de vivir en Confianza Profunda ese día:
“Mi intención hoy, es vivir mi vida anclado en la Confianza Profunda: Amado Creador de Todo lo Que Es, abre mis caminos, dame el impulso de tu amor, de tu luz, y derrama la bendición y la fuerza de Tu aliento para que me vacíe del temor, de la duda; para cesar adentro de mi mismo todo pleito, toda contienda y lucha interior pues se que mientras hay lucha, hay desconfianza…
Es mi intención vivir este día en paz, en un estado de confianza de brazos abiertos, dispuesto a recibir, teniendo espacio vacío para crear, fluir, amar, ser, hacer, compartir…
Me abro una y otra vez al confiar…
Gracias, gracias, gracias.
Así es y hecho está. Amén.”
Durante el día, pare por momentos, y vuelva a poner las manos en su pecho, para recordarse y activar su intención sagrada. Si además, se encontrara con un momento difícil a través de su día, solamente llame a nuestro Creador para que le enseñe a abrirse a la Confianza Profunda a pesar de todo.
(Mientras más consistentemente practique crar su intención de vivir en Confanza Profunda, menos conflictos y problemas tendrá).